RECICLAJES ETÍOPES

Aunque no haya los contenedores de colorines, ni logos y campañas publicitarias fashion, en Etiopía hay también algún sistema de reciclaje, de hecho, para ser exactos, de reutilización.

Es que antes de que una cosa vaya a la basura aquí…

Empecemos por las latas y los plásticos: hay personas que se dedican a deambular por los barrios mandando un grito característico que hace tipo: “currallion!!”. Si tienes alguna lata (korkorro en amárico, que palabra más bonita, casi onomatopéyica), le llamas y empieza el ritual de siempre, atento examen de la mercancía, salmodia de que hay problemas para todo, y te suelta un precio extremadamente bajo. Como somos unos ferenjis que se integran, negociamos intensamente hasta conseguir que nos pague el precio de mercado: 50 céntavos!
Lo mismo pasa con las botellas de agua, los potes de vidrio, las jarras de plástico del aceite; todo aquello que puede ser reutilizado tiene un valor monetario, y naturalmente se encuentran sitios, a menudo las mismas tiendas de barrio, “tinish suk”, adonde se pueden re-comprar estos contenedores. Muy características las que venden las botellas de agua vacías, las “highland” tan buscadas en el campo, son lugares que llegan  a  parecer un vertedero, con una montaña de botellas como escaparate.

Las recientes reestructuraciones urbanas, que pasan por allanar los barrios de chabolas para construir altos edificios para oficinas, han generado otra curiosas tiendas de reutilización: justo al lado de los solares en reestructuración, se instalan una “tiendas” a cielo abierto que venden puertas y ventanas de las casas i chabolas que antes ocupaban el lugar.

tienda de reciclaje al aire libre

Después hay algunos ejemplos más creativos de reutilizaciones:

Las paparinas de apuntes de matemática: típicas en las tiendas de fruta, están hechas generalmente con dos fotocopias de lecciones de trigonometría o similar, cuidadosamente pegadas con cola. La primera vez que las vi pensé que debía ser el mismo tendero a reciclar los apuntes de su hijo, mientras más tarde me percaté que, si vas a Merkato, encuentras sitios adonde las hacen y, naturalmente, las venden.

Baterías de coche-palanganas: son el complemento esencial de los limpiabotas, se trata de la caja de plástico de la batería, de las que se aprovechan bien los varios compartimentos de las celdas para diferenciar el agua más sucia del lavado de la menos sucia del abrillantado.

Cojinetes-rueda de carrito: con un diseño bastante original, la forma más común de apañar un carrito son cuatro palos de madera de eucaliptos atados o clavados en forma groseramente triangular, y como rueda se utiliza un cojinete metálico de camión en el extremo.

Alforjas hechas de bidón de metal: después de numerosos usos, los bidones medios vienen cortados por la mitad a lo largo, y, doblados a medida de la loma de los pequeños e infatigables portadores, devienen así un buen soporte para la jarras de agua.Jarras de aceite, son tan útiles que nadie en Etiopía pensaría a ellas como a un residuo, se emplean tal cual para el agua (nunca faltan cortes, ahora mismo llevo una semana sin agua!!), se cortan para la mitad para usarla como una cesta, o, más ingeniosamente aún, se convierten en un fregadero portatíl, muy común entre los restaurantes o cafeterias informales, como la que acudo cada mañana:

jarra-fregadero

Pero a parte estos ejemplos graciosos, hay que decir que en Etiopía la gestión de residuos es muy lamentable, la ciudad en general es muy sucia, los ríos que pasan por ella extremadamente contaminados, y no es extraño toparse con reales montañas de basura. Que yo sepa, los esfuerzos para paliar los efectos de la contaminación son muy escasos, y no se ha creado aún una mentalidad de respeto del ambiente y de responsabilizar a los ciudadanos, que se sienten a menudo libres de echar la basura en cualquier rincón, que un perro u otro hará limpieza.

Y en ocasión de las fiestas anuales como el primer de año, esto lleva a encuentros particularmente desagradables, como tétricas cabezas de vacas u ovejas en el medio de la calle, tibias o incluso despojos… un pequeño museo de los horrores al aire libre.

Sin embargo hay algo que se reutiliza también, la piel, tercera exportación del país: los días de las celebraciones, casi siempre celebradas con rituales matanzas de corderos en cada casa, es posible toparse con lugubres montones de pieles, a menudo pago en natura para el oficio de carnicero a domicilio.

Dentro de este complejo panorama, se encuentran también algunos proyectos que buscan  soluciones para reducir la contaminación en el país, como el que un colega francés ha ideado para reciclar pilas usadas: paga una cifra simbólica a los chicos de la calle para recoger las que encuentren por la calle o en casa, las organiza en bolsitas, y pide a los turistas que se las lleven a Europa adonde hay sistemas de reciclaje desarrollados.
Es un sistema sencillo y efectivo de invertir la tendencia habitual de traer los residuos de los países ricos hacia los pobres.

Si alguien pasa por Etiopía y quiere participar, no tiene que hacer otra cosa que contactar a él o a mí para recoger los paquetes que quiera. Etiopía se lo va a agradecer ;-), antes de que la comunidad europea nos ponga a todos a la cárcel por contrabando de sustancias tóxicas.
Detalles del miniproyecto: flying batteries

Recientemente me topé también con un sitio muy interesante, el Misrach Center, adonde se pueden adquirir piezas de artesania realizadas por personas diferentemente hàbiles (nunca mejor dicho! si no miren aquí ). Me ha gustado particularmente este monedero echo reciclando las bolsas de la leche pasteurizada:

Ingenioso monedero made in Ethiopia

Sin embargo la reutilización más creativa, bonita y refinada es, como a menudo ocurre, la de los niños. los cochecitos de jugete que se llegan a fabricar con alambres y chapas son, para mi, auténticas obras de artesania… el de la foto lleva incluso dirección asistida:

el automóvil más bonito del mundo