Vida y muerte en Etiopía

Justo después del post anterior, me topé en Internet con un artículo sobre la infancia en África:

http://www.diariovasco.com/v/20110616/opinion/articulos-opinion/sobrevivir-infancia-africa-20110616.html

Si no tenéis tiempo, no hace falta leerlo, porqué se trata de la habitual larga y alarmante serie de cifras de mortalidad infantil, propugnada por un representante de UNICEF.

A pesar de ser una de estas organizaciones en general bien vistas, cada día hay más cosas opinables, para mí, en lo que van proponiendo.

De entrada el abuso de las cifras macroscópicas, a menudo hábilmente manipuladas, que nos aturden con su inimaginable y a la vez tangibles entidad (cada seis segundos muere alguien…), el recurso sistemático a los sentimientos más fáciles de provocar en las personas (la piedad, la conmoción), y finalmente, el ciego rechazo de la muerte casi a cualquier precio.

Es un argumento difícil, y no nos precipitemos en rechazar la reflexión que quiero proponer, aunque toque un tema bastante tabú en Europa.

Vivir en África es duro, muy duro, y por esto los africanos han desarrollado diversos sistemas de planificación familiar, en función de las que son o eran las posibilidades de su entorno.

En casi toda África tener muchos hijos es algo muy recomendado, por dos grandes motivos:

No hay seguridad social ni pensiones, entonces son los hijos que se encargan de los mayores que no pueden trabajar

La esperanza de vida de los niños, como nos recuerda UNICEF, es bastante baja, por esto perder un hijo, aunque es siempre un dolor inmenso, entra dentro de lo que las madres se pueden esperar de la vida (dejando de ser la pesadilla que esto representa para todos los padres occidentales), y si tienes 8 hijos, van a sobrevivir entre 4 y 6.

Pero también, en algunos contextos donde la tierra ofrece pocos recursos, normalmente las poblaciones indígenas han elaborado también sistemas de control de la natalidad, para regular el equilibro ecológico del territorio.

Ahora bien, delante de estas dos respuestas originarias a las dificultades de la vida en África, llegan los occidentales cargados de sus estereotipos que creen universales, y se presentan como ángeles todopoderosos con sus medicina para que no muera nadie, como en Europa, a medicar todos y a salvar todos los niños que sea posible…

Puede parecer un discurso cínico, pero es la realidad, la muerte es parte de la vida, lo que es pura ficción (y pesadilla!) es un mundo donde no muere nadie!

Y llevar adelante 8 hijos no es lo mismo que 4 o 6!

Por otro lado, siempre nos ha parecido un mercadeo abominable el sistema de pago de la dote de las jóvenes en piezas de ganado en vigor en muchas tribus de Etiopía.

Pero esto es también un importante mecanismo de regulación que garantiza que una pareja entre en la fase reproductiva solo cuando tiene una buena garantía de un cierto bienestar material.

Los misioneros protestantes que han trabajado intensamente en estas zonas han, en algunas tribus, conseguido que dejasen esta “abominable y primitiva” tradición, produciendo un despegue de la natalidad que ha puesto en grave crisis poblaciones que viven en un territorio que no puede dar sustento a tanta población.

También los famosos pozos que nos dedicamos a realizar en África pueden tener el segundo efecto de dar la posibilidad, en un cierto momento, de mantener una cantidad de ganado superior a la que los pastos del territorio pueden soportar, llegando en tiempos breves a la desertificación del mismo.

El gráfico histórico de población en Etiopía nos da una evidencia gráfica de la tendencia del país:

A pesar de este discurso, soy el primero en estremecer delante de los numerosos detalles que hacen evidente la realidad cotidiana de la muerte aquí, como, por ejemplo, ver expuestas en las tiendas de pompas fúnebres pequeñas cajas de tamaño niño, hechas con la madera más basta…

Peró lo que me salen son preguntas y más preguntas que ponen en duda  muchas de las cosas que hasta ahora tenía como seguras.

Y mi intención no es más que compartir estas dudas, para estimular quien lea a intentar ver más allá de las verdades que nos venden cada día.

Para cerrar, otro caso ligado también a temas muy actuales, y que pone en tela de juicio uno de aquellos derechos humanos universales tan aclamados por todos.

Hay tribus de pastores nómadas somalíes que viven en modo muy intenso su relación con el rebaño, única fuente de sustento: es toda su vida, y en los años de sequía, si el pastor no consigue encontrar agua para su rebaño, siente el deber moral de morir junto con el rebaño, y con orgullo acompaña sus animales en su destino…

Casi no hace falta decir que más de uno ha sido “salvado” de la muerte y hundido en la deshonra por la intervención tempestiva de miopes salvadores…

4 respuestas to “Vida y muerte en Etiopía”

  1. Hace unos años me dí cuenta que tanta lucha contra la muerte no tenía mucho sentido por que como tu dices, es parte de la vida.

    Pienso que en el mundo de la vida eterna vamos contra natura por que lo hacemos cueste lo que cueste sin mirar las consecuencias.
    Pero a la vez me viene a la cabeza la imágenes que muestran una muerte cruel, con dolor, lo que me provoca un sentimiento contrario y una lucha por la vida.
    En definitiva sigo en esa duda.

    Por ahora la única conclusión a la que he llegado es que un camino es buscar la calidad de muerte, igual que buscamos «la calidad de vida», pero eso es utópico cuando una persona, niño o adulto, muere en condiciones hostiles.

    Gracias por compartir tus dudas y vivencias.

    Noe

  2. Felicitats de nou Emanuele, bé ja saps que jo sóc soci de molt poques entitats, però d’aquella que tu i jo sabem, en sóc soci perquè és NO INTERVENCIONISTA.
    Certament, el problema no queda solucionat, …. car possiblement cal intervenir per contrarrestar als que han intervengut abans… quin embolic, oi???
    Salut,
    pep.

  3. ainhoa Says:

    Entiendo lo que quieres decir, tiene su logica, pero ese es el sistema de supervivencia de especia de las tortugas o de las lombrices, tener muchos hijos para que alguno sobreviva y asegures la especie. Me gustaria pensar que hemos evolucionado lo suficiente y que tenemos medios suficientes (aunque de momento, desgraciadamente, no seamos capaces de compartirlos) como para que tener un control de natalidad adecuado haga que se tengan los niños que pueda mantener ese territorio sin que ninguno tenga que morirse de hambre, sufriendo. Creo que cualquier madre, si pudiera elegir, tendria menos hijos si con eso asegurara que no se le muriera ninguno.

    • Hola Ainoha,
      yo también anhelo a una sociedad más justa, con los recursos y una natalidad adecuados al territorio, pero creo que es una utopía para nuestra sociedad que evoluciona hacia una dirección muy distinta.
      Creo que es más fácil encontrar algo parecido si miramos atrás, hacia aquellas poblaciones «originarias» que a menudo responden mucho más a las necesidades básicas de las personas y del entorno que no la nuestra.
      Pero aquí en Etiopía lo que se presencia es el choque entre dos paradigmas opuestos, que lleva a las enormes contradicciones de este país que, a pesar de un crecimiento económico de dos cifras, sigue a la cola de los países más pobres del mundo.

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