Tradición y modernidad

La mezcla de tradición y modernidad que zambulle Etiopía es un tema controvertido, apasionante y muy fértil de observaciones, aunque es extremadamente difícil llegar a una conclusión sobre el tema.

Por este motivo este post hace mucho tiempo que está a la cabecera de mi lista “post por escribir”, pero no ha visto la luz hasta hoy porqué desde el principio me apetecía escribir sobre ello, pero al mismo tiempo iba esperando a comprender mejor para llegar como a una conclusión, hasta que al final me he dado cuenta que no hay ninguna conclusión a que llegar, el máximo que podemos hacer es observar y entender algunos fenómenos, pero se trata de un proceso tan amplio y talmente en devenir que no hay escrito que lo pueda resumir.

Etiopía es el único país de África que no ha sido colonizado, la ocupación italiana ha sido solo un paréntesis de 5 años en que si bien los italianos han gobernado, no han tenido nunca el control total del territorio.  Entre otros factores  esto se debe, a mi entender, también a la natural difidencia y resistencia de los etíopes a las influencias externas e incluso en cierta medida a las novedades.
Muchos reyes etíopes son famosos por su orgullo y absoluto sentido de paridad hacia los visitantes europeos, aunque a menudo han sido también muy interesados a conseguir los avances tecnológicos que hacían a los blancos superiores en eficacia de trabajo.
Al respecto es ejemplar el episodio que narra como el rey Tewodros I, a mediados del siglo XIX, hubiese invitado unos embajadores de Inglaterra para presentar-les una petición formal de envío de artesanos para mejorar su armamento y tecnología en general. Después de la cordial visita, los embajadores fueron acompañados por uno de los máximos dignitarios de la corte hasta el Mar Rojo, y justo antes que ellos subiesen al barco que se los llevaría de regreso, este les pidió gentilmente de lavarle los pies y los zapatos. Delante de las obvias resistencias de los educados europeos, el dignitario insistió alegando tajantemente: “es una orden de mi rey, porqué sus señorías no están autorizados a llevarse ni unas migas de arena de nuestra tierra”.

Así como el visionario Tewodros, podemos decir que la cultura Etíope es una mezcla de abertura i cierre a las innovaciones, sea que vengan de fuera, sea que vengan de dentro.
Pero si se tuviera que hablar en general, yo diría que la sociedad etíope tiende más a ser tradicionalista, sobre todo en lo que se refiere a la familia, pareja y educación.

Por ejemplo, las familias son mucho más estables que las nuestras, una pareja que tiene unos ingresos suficientes a sus expectativas tiene mucha probabilidad de tirar adelante por mucho tiempo, porqué la desaprobación que generaría entre los familiares un divorcio sería un mal mucho mayor que el bien que se pueda encontrar persiguiendo otros proyectos. No se puede generalizar, es evidente que esto puede también en algunos casos crear situaciones de infelicidad cuando una de las partes es abusada por la otra, pero digamos que, todo y ser permitido y legal, el divorcio no es una solución habitual (o por lo menos no es la primera) de los conflictos de pareja como lo es actualmente en occidente, antes de esto hay a menudo un trabajo de mediación por parte de la familia.

Pero el hecho que otros familiares se involucren en los asuntos de la pareja también genera situaciones difíciles, como le ocurrió a un amigo mío de origen amhara que se enamoró de una joven oromo[1]. La familia de él, que hay que decir que, al vivir también lejos de la capital, ha conservado un nivel de tradicionalidad y prejuicios bastante alto, se ha opuesto firmemente al enlace a causa del distinto origen étnico de la muchacha. No obstante las numerosas mediaciones (¡incluso de los curas!), no ha habido forma de convencerles.
No obstante mi amigo amhara, modernamente consciente que su interés y juicio en sus asuntos privados está por encima de las convicciones de la familia, se ha casado igualmente con la joven oromo, a pesar de que su familia se negó incluso a presenciar la ceremonia.

Así que si bien son presentes y fuertes unas tendencias conservadoras respecto a la familia, también van avanzando fuerzas nuevas y centrifugas, que van afirmando una visión más individualista y menos estereotipada de la vida.
Aunque esto siempre es controvertido, porqué otro ejemplo del conflicto se ha presentado en una de estas transmisiones que nunca he visto, “Gran Hermano Africa”. A pesar de ser un producto copiado bastamente de los ejemplos americanos (o tal vez justamente por esto?!), goza de una buena audiencia en Etiopía también. Pero los ejemplos de conducta no son de los más tradicionales, que digamos, y de hecho la representante etíope ha generado un gran debate y sufrido una caída de soporte importante cuando se ha atrevido a lanzarse en una relación sexual, extramatrimonial por supuesto, con otro participante del concurso: http://allafrica.com/stories/201306120344.html

Aunque haya productos culturales “nuevos” que van triunfando como las transmisiones clonadas de las de EEUU , las películas “action” y las a veces nefastas influencias de la música disco y tecno, en general es sorprendente como incluso los jóvenes sigan prefiriendo o como mínimo disfrutan igual  de un concierto de música tradicional  etíope como de uno de rock americano.
Parece que sea muy difícil encontrar entre los jóvenes de otros países africanos (por no hablar de Europa!) una motivación tan fuerte hacia la cultura tradicional de su país.
En esto soy orgulloso de vivir en un país que resiste tan bien a la globalización cultural (¡al menos esta!).

Triste excepción son las celebraciones de los matrimonios, que al ser por definición unas ocasiones de ostentar más que de ser, han sido mayoritariamente convertidas a un estilo moderno que destaca por su mal gusto, especialmente en los vestidos: no dejo de sorprenderme de cuanto son guapas las chicas etíopes vestidas con sus pulcros y lindos vestidos tradicionales, y cuanto son feas vestidas con los modernos vestidos “bridal”, satinados e hinchados que las hace parecer a unos caramelos!
Sin embargo, sea cual sea el estilo de la ceremonia, esperad a que llegue el momento del baile, porqué entonces suelen triunfar los ritmos tradicionales y ¡todo el mundo se divierte a sacudir las espaldas un rato!

Si la dominancia del tradicionalismo en los aspectos culturales y sociales está avalada por los hechos históricos, también lo es lo de la dominancia del “nuevismo” en arquitectura: Addis Abeba es una ciudad que tiene poco más de 100 años, y los edificios de la primera urbanización, fascinantes en su mezcla de estilos que llegaron de las distintas comunidades internacionales que participaron a la primera urbanización, sufren en la mayoría de los casos un estado de abandono lamentable; mientras la capital de Etiopía es entre las primeras

ciudades del mundo por rapidez de crecimiento, el nuevo avanza despiadadamente, quien quiere construir no considera nunca una casa al estilo tradicional, sino las modernas unifamiliares y con cuantos más pisos, mejor!

Contrastes callejeros

Contrastes callejeros

Este desprecio o falta de interés por la arquitectura vernácula lo explico con la falta de longevidad de la ciudad: una ciudad nueva y en continuo crecimiento no necesita de mirar atrás… esto tiene también unas razones funcionales ya que los nuevos pisos son mucho más eficaces que las viejas casas en una planta a resolver el problema del crecimiento exponencial de la población.

Al contrario en las aldeas este anhelo de novedad parece más absurdo: los tradicionales techos de paja, excelentes aislantes de lluvia, calor y frio, son poco a poco sustituidos por los rápidos y vistosos techos de chapa, que dispensan un calor aplastante de día, y un ruido ensordecedor cuando llueve. Sin embargo, cuando los veis allí a deturpar la vista de las bonitas chozas tradicionales, podéis estar seguros que pertenecen a la familia más rica del pueblo!

En los aspectos productivos también hay una fuerte tensión entre modernidad y tradición. Si bien los etíopes tienen una gran capacidad y experiencia en encontrar formas de economía de subsistencia, las universidades van sacando continuamente nuevos laureados en disciplinas modernas, que ansían a un trabajo con una proyección de futuro y carrera que no fácilmente se encuentran en el país.
El pilar fundamental de la economía del país sigue siendo la agricultura, que se practica sea de la forma tradicional, sacando cultivos de las piedras con aradas de madera, sea da forma ultramoderna, gracias a las numerosas empresas internacionales que practican el cultivo extensivo industrial…
También a nivel de micro cultivo las técnicas nuevas son a menudo introducidas por las numerosas ONG que pero en algunos casos llegan a amenazar el delicado equilibrio ecológico que el sistema tradicional al contrario respeta. A este respecto es particularmente interesante este documental, os aconsejo de reservar una media horita para verlo con atención:

http://www.youtube.com/watch?v=9pU0fkwL8yA

Bueno, después de estas pinceladas de este proceso inacabable, creo que no cabe duda que el tradicionalismo etíope tiene una cierta ascendencia sobre quien escribe, pero estoy convencido que hoy día, en este mundo globalizado y fascinado por el espejismo de los avances tecnológicos, aprender a valorar nuestras tradiciones y valores ancestrales es más revolucionario que las pantallas 3D flexibles, por esto también me gusta vivir en este país, porque de alguna forma me siento… más cercano a la tierra.


[1] Amhara i Oromo son la dos etnias mayoritarias de Etiopía que difieren mucho en origen, cultura y lengua. A pesar del episodio que se relata aquí, los matrimonios mixtos son muy comunes así como el intercanvio cultural.

5 respuestas to “Tradición y modernidad”

  1. Enhorabona per aquest nou article, de debó que els trobava a faltar, Emanuele.

  2. Como siempre, tus reflexiones son sumamente interesantes e instan al debate. El conflicto entre tradición y modernidad es complejo y frecuentemente triste en cuanto que significa el abandono y el arraigo de la cultura materna. Llegar a conclusiones en este mundo complejo que vivmos es, yo diría, imposible. Todo está sometido al cambio y a la perspectiva de quien lo mira. Me encantan tus escritos porque es una forma de viajar dentro de la mirada que tú nos das. Un fuerte abrazo.

  3. Carles Marquès Says:

    Feia dies que no et llegia. Mol interessant com sempre!!

  4. es muy parecido a lo que sucede en chile los edificios le han ganado el lugar a casas de un piso de adobe y con muchos años el terremoto es un gran aliado para renovar la construccion y de no ser asi el fuego es utilizado para borrar el mapa historico pero asi somos en chile solo miramos y callamos.

    • Hola Nadia,
      gracias por tu comentario que viene de tan lejos 🙂
      será una magra consolación, pero aquí también me sorprende cada dia la calma olímpica con que en etiopía se encajana las peores jugadas… a ojos occidentales es a veces choquante.
      También es verdad que el proceso de «modernización» acelerada de muchas capitales alrededor del mundo tiene muchos aspectos en común. el otro día asistí a una charla muy interesante sobre el desarrollo que está viviendo Istanbul, y a los etíopes que asistieron le sorprendió la extraordinaria respuesta activa de la población.
      allí también se dedican intensamente a borrar barrios históricos para edificar centros comerciales…
      es este el proceso que nos toca presenciar.

Deja un comentario